Los macronutrientes son los componentes principales de nuestra alimentación y los nutrientes que necesitamos en mayor cantidad para mantener nuestras funciones vitales, promover el crecimiento y proporcionar energía. Aunque a menudo se habla de ellos en términos generales, comprender sus diferencias y cómo integrarlos de manera equilibrada en nuestra dieta diaria es clave para gozar de buena salud.
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¿Qué son los macronutrientes?
Los macronutrientes se dividen en tres categorías principales:
- Carbohidratos: Fuente principal de energía. Se encuentran en cereales, frutas, verduras y legumbres.
- Proteínas: Esenciales para la construcción y reparación de tejidos, la producción de enzimas y hormonas. Su principal fuente son las carnes magras, pescados, huevos, lácteos, legumbres y frutos secos.
- Grasas: Imprescindibles para la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E y K), la protección de órganos y la regulación hormonal. Se clasifican en saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas, presentes en aceites vegetales, pescados grasos, frutos secos y semillas.

Funciones de cada macronutriente
Macronutriente | Función principal | Ejemplos de alimentos |
---|---|---|
Carbohidratos | Proporcionan energía rápida y sostenible para el cuerpo y el cerebro. | Pan integral, arroz, quinoa, frutas |
Proteínas | Construyen y reparan músculos, tejidos y células; producen enzimas y hormonas. | Pollo, pescado, huevo, legumbres |
Grasas | Protegen órganos, regulan hormonas y absorben vitaminas; aportan energía. | Aceite de oliva, aguacate, nueces |
Requerimientos diarios recomendados
Las necesidades diarias varían según la edad, el sexo, el nivel de actividad física y objetivos de salud (mantenimiento, pérdida o ganancia de peso). Como guía general para un adulto promedio:
- Carbohidratos: 45–65% de las calorías totales.
- Proteínas: 10–35% de las calorías totales (aproximadamente 0,8 g por kg de peso corporal).
- Grasas: 20–35% de las calorías totales.
Cómo equilibrar los macronutrientes en las comidas
- Desayuno: Combina una fuente de carbohidratos complejos (avena, pan integral), proteínas (huevos, yogur griego) y grasas saludables (frutos secos, semillas).
- Almuerzo: Incluye una porción de proteína magra (pollo, pescado), verduras de colores variados y un acompañamiento de carbohidratos (arroz integral, legumbres). Añade un chorrito de aceite de oliva.
- Cena: Opta por una fuente proteica ligera (pescado blanco, tofu), vegetales al vapor o ensalada y una pequeña porción de carbohidratos si lo necesitas (batata, quinoa).
- Snacks: Fruta con yogur, hummus con palitos de verduras, un puñado de nueces.
Ejemplo de menú diario
- Desayuno: Tostada integral con aguacate y huevo pochado + una pieza de fruta.
- Media mañana: Yogur natural con semillas de chía.
- Almuerzo: Ensalada de lentejas con espinacas, tomate, pepino y atún + una cucharada de aceite de oliva.
- Merienda: Palitos de zanahoria con hummus.
- Cena: Salmón al horno con brócoli y quinoa.
Consejos para mantener el equilibrio
- Varía las fuentes de cada macronutriente para asegurar un aporte de micronutrientes (vitaminas y minerales).
- Planifica tus comidas con antelación para evitar dependender de opciones ultraprocesadas.
- Ajusta las porciones según tu nivel de actividad física y objetivos personales.
- Hidrátate adecuadamente: el agua es fundamental para el transporte de nutrientes.
Comprender qué son los macronutrientes y cómo equilibrarlos te permite diseñar una dieta variada, nutritiva y adaptada a tus necesidades. Siguiendo las recomendaciones generales y ajustando las proporciones según tus objetivos, podrás mejorar tu energía, salud y bienestar a largo plazo.